Sin duda alguna, el pecho es un signo de identidad claramente femenino, por consiguiente, es uno de los elementos a corregir cuando queremos conferir al tórax el aspecto masculino deseado. La mastectomía, en sentido amplio es el procedimiento que tiene por finalidad la eliminación del tejido mamario, sea cual sea la causa que lo justifique.
En este caso, el objetivo es conferir al paciente un tórax plano, uniforme y estético con anatomía y apariencia masculina.
¿En qué consiste la intervención?
El cirujano debe eliminar la totalidad, o casi totalidad, del tejido mamario con la intención de adecuar la anatomía del busto a un tórax masculino. El proceso no es estándar por cuanto las características de la mama determinarán la mejor técnica a elegir en cada caso; el objetivo final es un pecho plano uniforme y con areolas de aspecto y localización propias del sexo masculino.
En la primera entrevista valoraremos el caso y concretaremos cual es la mejor alternativa para conseguir el objetivo deseado. Es importante que exista una buena comunicación con el paciente para aclarar todos los términos y resolver las dudas que pudiera tener.
El objetivo de procedimiento es eliminar la glándula mamaria, pero, secundariamente, deberemos también adaptar la piel para que no resulte redundante y confiera al tórax el aspecto deseado. El tamaño de la glándula y la calidad de la piel son algunos de los aspectos que deberán ser tomados en cuanta para decidir la técnica quirúrgica específica a realizar. Es inevitable la realización de cicatrices, mayores o menores en función de las necesidades, pero siempre buscando el máximo equilibrio; no debemos minimizar cicatrices si el resultado se va a ver afectado, pero tampoco haremos más de las precisas.
Abordaje areolar: en casos en que el tejido mamario se encuentre poco desarrollado, se reduzca prácticamente al botón mamario, la piel presente buena calidad y la areola sea de tamaño reducido, puede plantearse la tentativa de realizar la mastectomía estricta, sin practicar ningún procedimiento adicional que busque “ajustar” la piel. Se le dará la oportunidad a la piel de readaptarse por sí sola, basándonos en su elasticidad propia y la respuesta contráctil de esta como respuesta a la inflamación post-quirúrgica. El paciente solamente presentará una cicatriz, semicircular, en la parte baja de la areola. Este procedimiento se puede llevar a cabo en aquellos pacientes que, por inicio precoz del tratamiento hormonal, no hayan sufrido excesivo desarrollo de tejido mamario.
Abordaje areolar con cicatriz periareolar: nos encontramos en casos en que el tejido mamario es escaso, pero o la piel presenta peor calidad o la areola es algo más grande de lo deseable. A través de la cicatriz areolar se practica la resección el tejido mamario y, posteriormente, mediante una cicatriz que rodea toda la areola, se procede a adaptar la piel y reducir el tamaño de la areola. La cicatriz es poco visible por cuanto queda circunscrita al perímetro areolar.
Abordaje por cicatriz periareolar ampliada: si la glándula mamaria es de mayor tamaño precisamos ampliar la cicatriz para poder así acomodar el exceso de piel. En estos casos la cicatriz periareolar previa se complementará con una cicatriz que, usualmente se prolonga hacia la región axilar. Es una cicatriz más visible, pero, por norma general, la presencia de vello torácico la hace poco visible.
Abordaje submamario con injerto libre de areola: en mamas de mayor tamaño se producen dos circunstancias; por un lado, la cantidad de piel que debemos acomodar es muy importante y, por otro, las areolas están muy desplazadas respecto a su posición deseada. En estos casos, se opta por la técnica de injerto libre de areola. Se practicará la mastectomía por una cicatriz localizada en el surco mamario que quedará ubicada en una línea muy próxima al borde inferior del pectoral, ayudando a disimularla, y, posteriormente, se realizará el injerto del complejo areola-pezón en una posición más anatómica. Se trata del procedimiento más agresivo en términos de cicatrices, pero, aun así, las características de las cicatrices y la localización de éstas las hacen relativamente poco evidentes trascurridos unos meses.
Duración de la cirugía de Masculinización torácica / Mastectomía masculinizante de la Mastectomía subcutánea.
Dependiendo de la técnica empleada la duración de la intervención puede variar entre la hora y media y las 4 horas.
Anestesia para la cirugía de Masculinización torácica / Mastectomía masculinizante para la Mastectomía subcutánea.
Se realiza bajo anestesia general.
Régimen hospitalario para la cirugía de Masculinización torácica / Mastectomía masculinizante para la Mastectomía subcutánea.
Por norma general la cirugía requiere que el paciente permanezca ingresado 24 horas.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
La recuperación es relativamente rápida, se recomendará el uso de faja compresiva durante unas semanas y se limitará la actividad, recomendando reposo relativo durante las primeras fases evolutivas.
Tras una semana-10 días el paciente podrá realizar su actividad cotidiana con relativa normalidad, a excepción de los esfuerzos y deporte que deberá restringir durante un mes.
La piel y las cicatrices pueden presentar, durante los primeros meses, un aspecto irregular y llamativo, pero, progresivamente, irán mejorando, dejando un tórax con aspecto masculino con cicatrices, por norma general, disimulables y poco visibles.