El lifting crural o de muslos es el procedimiento quirúrgico que permite eliminar el exceso de piel en los muslos, normalmente de la cara interna, resultante de la flacidez cutánea. La flacidez cutánea, en algunos casos de origen constitucional o, en la mayoría, asociada a la pérdida de peso, combinada con la acumulación de grasa, condiciona el descolgamiento de la piel de los muslos, normalmente en la cara interna, que pueden ser corregidos tras esta cirugía.
¿indicado en…?
Indicada en aquellos casos en los que se evidencie el descolgamiento de la piel de los muslos, ya sea por causas constitucionales, por pérdida de peso o por deterioro derivado del envejecimiento.
En ocasiones la flacidez cutánea se objetiva después de la liposucción por lo que puede ser planteada conjuntamente.
¿En qué consiste la intervención?
Cicatrices de longitud variable que usualmente se localizan en la región inguinal, permiten eliminar la piel de la cara interna de los muslos tirando de ésta hacia arriba; dependiendo de la cantidad de piel puede ser necesaria una cicatriz adicional vertical que discurra por la cara interna de los muslos.
En casos menos habituales en que la piel redundante se localiza en otras zonas, cara externa o debajo del glúteo, se pueden realizar cicatrices adicionales o modificaciones de la primera.
Duración de la cirugía de Lifting de muslos
La duración es variable, dependiendo del tiempo que necesitemos para la liposucción no menos de 1 horas y media serán necesarias para completar la cirugía.
Anestesia para la cirugía de Lifting de muslos
Anestesia general.
Régimen hospitalario para la cirugía de Lifting de muslos
Se recomienda ingreso hospitalario de una noche.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
Las características globales de la cirugía determinarán la evolución postoperatoria pero, por término medio, el paciente podrá incorporarse a una vida medianamente normalizada en 7-10 días, dependiendo de la actividad laboral, ésta puede demorarse un poco más.
Llevará faja compresiva durante todo el primer mes y, una vez transcurrido este periodo, se le permitirán recuperar la actividad deportiva.
Consideramos una evolución global de seis a ocho meses.
Los resultados son espectaculares, recuperamos la firmeza y perfil del muslo ayudando a conformar una figura mucho más joven. Es importante considerar que la flacidez, en sentido estricto, no se recupera por lo que el resultado quedará condicionado por ésta. A largo plazo, la piel de la zona tratada puede volver a mostrar cierta laxitud pero raramente es precisa una segunda intervención. Para que los resultados persistan, debemos mantener unos hábitos dietéticos y de vida saludables, así como realizar ejercicio de forma rutinaria para mantener el tono muscular.