La mandíbula masculina acostumbra a ser más cuadrada y dura frente al aspecto más fino y perfilado de la anatomía femenina. La definición de la mandíbula es un aspecto a tener en cuenta si queremos feminizar el aspecto del rostro. Desde el ángulo mandibular al mentón, aligerar y suavizar esa mandíbula contribuye a dar un aspecto más joven y femenino.
¿En qué consiste la intervención?
Es posible mejorar el perfil del mentón mediante la utilización de implantes de silicona que aportan algo de volumen y, utilizando el apropiado, mejorar la definición del mismo; otra alternativa pasa por la movilización de un fragmento óseo del mismo.
De igual manera se debe prestar atención a los ángulos mandibulares, mucho más notorias en el sexo masculino y signos de masculinidad. En este caso la cirugía permite abordar la región del ángulo mandibular y rebajarla mediante fresado o resección directa de un fragmento óseo.
Duración de la Feminización mandibular
Se trata de una cirugía de duración variable, dependiendo de qué maniobras se deban realizar. La prótesis de mentón acostumbra a durar menos de una hora, la combinación de procedimientos puede prolongar la cirugía hasta las 2-3 horas.
Anestesia para la Feminización mandibular
Lo más habitual es realizar el procedimiento bajo anestesia general.
Régimen hospitalario para la Feminización mandibular.
Si se realiza de forma aislada, es un procedimiento que se realiza bajo régimen de hospital de día.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
El postoperatorio es relativamente sencillo. La inflamación del área trabajada es la más notoria de las manifestaciones postoperatorias; como en cualquier procedimiento facial la limitación social es más relevante que la funcional. Tras 24-48h el paciente puede estar realizando una vida prácticamente normal, aunque la inflamación y la presencia de ciertos hematomas pueden limitarle ligeramente.
Habrá un periodo variable de inflamación local que hará que el resultado aún tarde unas 3-4 semanas en ser evidenciable.