La vaginoplastia es el procedimiento por el cual se reconstruye una vagina funcional y en posición anatómica. No se trata de una vagina estética, debe ser funcional y ello condiciona que debe tener profundidad y diámetro suficiente para que la paciente pueda mantener relaciones sexuales plenas y satisfactorias; debe también aportar sensibilidad para que las relaciones sean plenas.
Es un procedimiento que precisa una planificación previa, partiendo de la evaluación del caso para determinar qué técnica quirúrgica es la más apropiada para tal fin.
Existen dos grandes alternativas para la reconstrucción de ese neocanal vaginal, dependiendo de las características anatómicas de cada paciente la alternativa que el cirujano planteará será una un otra:
- Vaginoplastia por inversión peneana
- Vaginoplastia con colgajo vascularizado intestinal (Sigma)
Consideraciones previas.
Antes de hablar de forma específica de las diferentes técnicas de vaginoplastia comentaremos unas consideraciones previas que deben ser tomadas en cuenta
El tratamiento hormonal que las pacientes mantienen eleva de forma notable el riesgo de trombosis venosa; la cirugía y los dos o tres días en que la paciente precisará mantenerse encamada también lo hacen. Por ese motivo, se insiste a todas las pacientes que reduzcan, de forma progresiva, el tratamiento hormonal durante las 4 semanas previas a la cirugía; la última semana el tratamiento hormonal debe haberse suspendido totalmente.
Se recomienda una reducción progresiva de la hormonación para evitar o minimizar los efectos propios del descenso del estímulo hormonal; síntomas que básicamente van desde cambios bruscos de humor, mareos y náuseas, hasta la aparición de signos masculinos (vello facial, erecciones involuntarias, etc.). Al poco tiempo la situación se normaliza y el posible malestar desaparece. Cuanto más paulatino es el descenso hormonal, más llevadero es el cambio. La reintroducción de las hormonas tras la cirugía normalizará la situación.
El endocrinólogo será quien mejor indicará la forma de realizar esa reducción del tratamiento.
La paciente deberá realizar una preparación previa del colon, una limpieza. El intestino grueso puede ser ocasionalmente lesionado durante la intervención; en caso de producirse esa incidencia, es preferible que esté limpio y libre de residuos. Se realizará un tratamiento con lavativas y/o laxantes; dependiendo del procedimiento empleado, el proceso de limpieza será más o menos intenso.
Antes de la cirugía se realizarán las pertinentes comprobaciones para asegurarse que la limpieza ha sido efectiva.