Hablamos de lifting frontal cuando centramos nuestra atención y trabajo sobre la zona alta de la cara, las cejas, el entrecejo y, en general, el perfil de la frente.
Hace unos años, era muy demandado el trabajo global, sobre la frente en su totalidad; hoy, gracias la acción combinada de la medicina estética, se ha minimizado la agresión quirúrgica que se centrará especialmente en el reposicionamiento de la parte externa o “cola” de las cejas.
Como resultado del paso de los años, a nivel frontal se objetiva la aparición de arrugas y el, principalmente evidenciable en las mujeres, descenso de la cola de las cejas como resultado de la pérdida de tono muscular; si seguimos bajando, vemos cambios a nivel del contorno palpebral como la aparición de arrugas en la sien o “patas de gallo”.
Clásicamente, el lifting frontal buscaba la restauración del aspecto joven de la frente mediante el tensado, hacia arriba, de las estructuras frontales y elevando las cejas. Hoy se ha minimizado la agresión, centrándose más en la restauración de una posición más joven de la cola de las cejas, lo que condiciona paralelamente la corrección, parcial o total, de las “patas de gallo”; dejando el trabajo sobre las arrugas frontales para la medicina estética.
¿Indicado en…?
Es un procedimiento más indicado en mujeres, son las que presentan un marcado descenso de la cola de las cejas como resultado del paso de los años; este hecho no se evidencia en los varones cuyas cejas anatómicamente discurren en paralelo al contorno del reborde óseo palpebral.
Por norma general, cuando este descenso no puede ser corregido con métodos más conservadores, como la toxina Botulínica, estaría indicada la realización del procedimiento.
Entre los 40 y 50 años empiezan a evidenciarse de forma más notable esos signos por lo que sería cuando, con mayor frecuencia se indicaría la intervención.
Los hombres también pueden someterse a un lifting frontal, en estos casos debemos ser más cautos con el trabajo sobre las cejas para no feminizar el rostro.
¿Cómo es la cirugía?
Un procedimiento que se realiza a través de una pequeña incisión localizada en la línea del pelo, aproximadamente en la vertical de la cola de la ceja; se realiza un despegamiento de la piel respecto a la musculatura en un túnel que sobrepasa la ceja hasta llegar al párpado superior; ello libera la ceja que, mediante el tensado posterior de la piel, se posiciona en una posición más alta y joven.
Duración de la cirugía de Elevación de cejas
La cirugía tiene una duración aproximada de 45 minutos a una hora.
Anestesia para la cirugía de Elevación de cejas
Se realiza bajo anestesia local y sedación. La combinación con otros procedimientos como el lifting medio, la blefaroplastia… o las características del paciente pueden modificar la conducta anestésica y plantear el procedimiento bajo anestesia general.
Régimen hospitalario para la cirugía de Elevación de cejas
Si se realza de forma aislada, el régimen habitual es ambulatorio u hospital de día.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
La recuperación posterior a la cirugía es relativamente rápida, en siete a diez días los pacientes se habrán recuperado lo suficiente como para reincorporarse a su día a día con normalidad. Inicialmente habrá cierta inflamación y es de esperar que persistan durante unos días pequeños hematomas que se resolverán de forma progresiva durante los primeros días.
Se trata de un procedimiento con resultados muy satisfactorios y de rápida recuperación.