¿Qué es el pectus excavatum?
Con una incidencia poblacional de entre 1/300 y 1/1000, el Pectus Excavatum es una malformación torácica mucho más común de lo que parece; de hecho, es la deformidad congénita torácica más frecuente, si nos referimos a la afectación de la pared anterior del tórax.
Características del pectus excavatum
Se caracteriza por el hundimiento variable de la pared anterior del tórax debido al desplazamiento hacia dentro del esternón y las costillas. Su origen, congénito, se atribuye a una malformación de los cartílagos costales, que unen las costillas al esternón, durante la fase de desarrollo embrionario. Como decimos, el grado de hundimiento es variable y, por consiguiente, el grado en que el desplazamiento del esternón y las costillas afecta a los órganos internos también lo es. Afortunadamente, la gran mayoría de casos no presentan compromiso funcional por lo que el Pectus Excavatum constituye un problema fundamentalmente estético; en algunos casos, es tan severo que se produce un compromiso por compresión de las estructuras torácicas (corazón y pulmones) por lo que el problema escala a un nivel funcional de mayor severidad.
En los casos en los que existe un compromiso funcional por constricción cardio-pulmonar es precisa la restauración de la normal posición del esternón y las costillas, para liberar así los órganos internos y permitirles funcionar con normalidad; en estos casos, es imprescindible la practica de procedimientos quirúrgicos complejos llevados a cabo por cirujanos torácicos.
No obstante, como apuntábamos, el porcentaje mayoritario de casos de Pectus Escavatum no presentan afectación de los órganos torácico, por lo que el problema se reduce a una cuestión estética. Pero por estética no queremos decir menor; todo lo contrario, la situación constituye, para la mayoría, un grave problema estético que debe ser reparado.
Desde hace un tiempo existe una alternativa, mucho menos agresiva, para estos casos en los que la ausencia de compromiso funcional no condiciona la necesidad de reposicionar el esternón. La utilización de prótesis hechas a medida, especialmente para cada caso, nos permite reconstruir la anatomía estética del tórax sin tener que tocar esternón y/o costillas, sin tener que utilizar complejos procedimientos quirúrgicos ni introducir barras que ayuden a levantar la parrilla costal.
¿Cuándo está indicada la cirugía del pectus excavatum?
Hombres y mujeres aquejados de Pectus Excavatum, sin compromiso cardio-pulmonar y que deseen mejorar el aspecto estético de su tórax y corregir la visualización de la deformidad torácica.
¿Cómo es la cirugía del pectus excavatum?
La particularidad de este procedimiento es la realización de una prótesis totalmente a medida de cada paciente. Tras una valoración inicial por su cirujano, en el que se concretan y determinan las características de cada caso y la posibilidad de que el Pectus Excavatum sea tributario de tratamiento quirúrgico mediante este procedimiento, se inicia el estudio específico de la deformidad torácica concreta.
Para tal fin, el primer paso es realizar un estudio radiológico preciso del tórax del paciente. Se realiza un escáner de alta resolución que nos permitirá realizar una reconstrucción en 3D del tórax del paciente; una vez realizada la reconstrucción, las imágenes son remitidas a un centro especializado, en el que se procederá a crear un modelo tridimensional del defecto torácico individual con el que, posteriormente, se elaborará una prótesis de silicona sólida (polímero de silicona) totalmente a medida del paciente.
Una vez tenemos la prótesis en 3D del defecto torácico del paciente, ha llegado la hora de planificar la cirugía. Por una pequeña incisión pre-esternal, de 5 a 7 cm dependiendo del tamaño del defecto, se procederá a disecar el espacio donde debería ubicarse la prótesis. Ésta se colocará en un plano retropectoral, por lo que deberán levantarse ambos músculos pectorales en extensión suficiente como para albergar con comodidad el implante tridimensionalmente tallado a medida del defecto del paciente.
La cirugía se realiza por igual en hombres y en mujeres, sin cambios en el procedimiento. En el caso de las mujeres, en las que puede coexistir una asimetría mamaria, secundaria al propio defeco torácico, es conveniente estudiar cada caso y valorar las opciones. Lo habitual es proceder primero con la corrección del defecto y, posteriormente, valorar la actuación sobre el pecho. Esto se debe a que la asimetría mamaria se corregirá en gran medida con la implantación de la prótesis torácica 3D y, en segundo lugar, porque no es recomendable implantar ambas prótesis al mismo tiempo, siendo recomendable diferir la eventual cirugía mamaria unos meses tras la corrección del Pectus Excavatum. En algunos casos, el defecto torácico es menor y puede ser camuflado con la cirugía mamaria. Lo importante, como siempre digo, es valorar cada caso como único y establecer la indicación precisa para cada uno. El objetivo final es, siempre, conseguir el mayor equilibrio y naturalidad.
Duración de la cirugía de Pectus excavatum
El procedimiento tiene una duración aproximada de 45 min-1 hora.
Anestesia para la cirugía de Pectus excavatum
Se realiza bajo anestesia general.
Régimen hospitalario para la cirugía de Pectus excavatum
El ingreso de una noche es la recomendación habitual, por lo que la paciente es dada de alta al día siguiente de la intervención.
¿Cómo evoluciona el paciente operado de pectus excavatum y cuándo se ven los resultados de una cirugía de pectus excavatum?
Los resultados son evidentes desde el primer momento, apreciándose la simetría y la recuperación de la armonía y equilibrio torácico.
El proceso inflamatorio, muy localizado, se prolonga durante unos 10-15 días.
Presentando una notable autonomía desde el primer momento, existen molestias, bien toleradas, durante la primera semana, transcurrida la cual, los pacientes realizan una vida, con algunas restricciones, prácticamente normal.
Es frecuente la acumulación de lÍquido en la zona intervenida durante las primeras semanas por lo que será preciso un seguimiento próximo durante los primeras fases del postoperatorio.
Deberá llevar una faja compresiva, tipo camiseta, durante el primer mes. Una vez transcurrido este periodo, el paciente podrá retomar la actividad deportiva y se encontrará casi al 100% de su actividad normal.
El proceso fisiológico se prolongará durante algo más de seis meses, aunque el paciente disfrutará de un tórax estético y armónico pocas semanas tras la cirugía.
En fases iniciales puede existir cierta alteración sensitiva que se normalizará conforme vayan pasando los meses.