Uno de los identificadores más reconocibles es la marcada visualización, en el cuello masculino, del cartílago tiroideo, la Nuez de Adán. Las hormonas masculinas condicionan que este cartílago sea más visible y constituyan un signo visible y evidente de un cuello masculino.
¿En qué consiste la intervención?
La tiroplastia permite reducir, que no eliminar, el cartílago, mejorando el perfil cervical otorgando al cuello un aspecto más femenino.
Se realiza una pequeña incisión, coincidiendo con una arruga, a través de la cual se accede al cartílago tiroideo que se remodela, sin tocar las estructuras subyacentes a éste, reduciendo su proyección anterior.
Es importante apuntar que la cirugía no corrige la posición de la tráquea por lo que, en aquellos casos en lo que ésta presente una posición más anterior (situación que también puede presentarse en mujeres bilógicas), puede seguir siendo parcialmente evidenciable. La cirugía no pretende eliminar el cartílago sino suavizarlo para reducir su visualización.
Duración de la Tiroplastia
Se trata de una cirugía corta, con una duración inferior a la hora.
Anestesia para la Tirplastia
Puede realizarse bajo anestesia local y sedación o, para mayor confort de la paciente, bajo anestesia general.
Régimen hospitalario para la Tiroplastia.
Si se realiza de forma aislada, es un procedimiento que se realiza bajo régimen ambulatorio.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
El postoperatorio es relativamente sencillo. En ocasiones puede aparecer una afonía transitoria, de pocos días de duración que no condiciona limitación funcional mayor. Tras 24-48h el paciente puede estar realizando una vida prácticamente normal.
Habrá un periodo variable de inflamación local que hará que el resultado aún tarde unas 3-4 semanas en ser evidenciable.