Procedimiento quirúrgico que permite la eliminación de la grasa localizada en diferentes partes de nuestro cuerpo.
Es importante entender el concepto de “grasa localizada”; podríamos decir que el cuerpo de cada uno de nosotros tiene una determinada forma de distribuir sus células grasas, de tal forma que no en todas las áreas existe una misma proporción. Las células almacenan más o menos cantidad de grasa (aproximadamente la misma cada una de ellas) en función de las necesidades puntuales pero es la distribución la que hace que en unas zonas se concentre más; allí donde haya más células concentraremos más grasa y al revés.
La liposucción actuará en las regiones donde más volumen se localice, buscando reducirlo a expensas de eliminar las células que se se acumulan en exceso y, por ende, la grasa que se localiza por demás en esa zona concreta.
Así pues, la liposucción no es una técnica de adelgazamiento; es una técnica de remodelación corporal basada en la eliminación de grasa (células) que, por suma de factores, un individuo concreto acumula en determinadas áreas de su cuerpo. Consiguiendo con ello una armonización de la distribución de la grasa corporal, mejorando la silueta. No es, por tanto, una técnica para perder peso.
¿Indicado en…?
Personas que, encontrándose en su peso recomendado, presentan grasa localizada en determinadas áreas de su cuerpo, condicionando una distorsión de su figura o su disconformidad. La mejor forma de definir la grasa localizada es: “esa volumen localizado que, por más peso que pierdas, parece que nunca se elimina o que, para poder eliminarlo, debes adelgazar hasta en exceso, por lo que tampoco estás bien”.
¿Cómo es la cirugía?
Debemos conseguir aspirar la grasa acumulada en aquellas zonas redundantes y, para ello, utilizaremos distintas cánulas de diferentes longitudes y grosores (normalmente 3-4 mm) que introduciremos por diferentes puntos, a través de pequeños cortes. El trabajo desde varios puntos de acceso permite homogeneizar el trabajo, asegurando que este es más regular y bien distribuido.
Previamente al aspirado, por los mismos abordajes, se inyecta una cierta cantidad de suero con anestésico local (para mejora el dolor postoperatorio), esto aumenta la tensión del tejido graso permitiendo un procedimiento más limpio, un aspirado más efectivo y un menor sangrado; tras esperar unos minutos, se inicia el aspirado de la grasa. Buscamos equilibrar la distribución de grasa, no eliminarla de forma indiscriminada, se debe mantener un equilibrio entre las proporciones corporales, la calidad y respuesta de la piel..., estamos esculpiendo el cuerpo, de ahí el concepto de lipoescultura.
La liposucción es la técnica empleada, la lipoescultura es el procedimiento global que permite esculpir la anatomía mediante la liposucción selectiva y, en algunos casos, la lipoinyección.
Duración de la cirugía de Liposucción
Dependerá de las zonas a tratar y de la cantidad de grasa por lo que es difícil establecer un tiempo, raramente se prolonga menos de una hora y no son raros los casos en las que se trabaja durante más de tres.
Anestesia para la cirugía de Liposucción
Procedimientos muy localizados se pueden hacer con anestesia local, generalmente acompañada de una sedación, más o menos profunda según el criterio del anestesista, para hacer más llevadero el proceso intraoperatorio; si la liposucción se prevé larga o son varias zonas las que vamos a trabajar, la anestesia general, por confort y seguridad, será la indicación.
Régimen hospitalario para la cirugía de Liposucción
También dependerá de las áreas a tratar y del tiempo quirúrgico; liposucción es pequeñas se pueden hacer en régimen ambulatorio, si son de mayor duración y/o agresividad se indicará el ingreso de una noche.
¿Cómo evoluciona y cuándo se ven los resultados?
Los primeros días tras la liposucción resultan algo incómodos, no es una cirugía dolorosa pero si resulta molesta la manipulación de las zonas tratadas. Aparecerán morados y una notable inflamación, se irán resolviendo de forma lenta pero progresiva.
Si las zonas tratadas son extensas, puede haber tendencia a la hipotensión y cierto grado de anemia por lo que los pacientes pueden encontrarse un poco limitados en los primeros lances del postoperatorio.
Si la liposucción es localizada la incorporación al día a día será rápida, si es más extensa ésta puede tardar unos 10-15 días, lógicamente también dependerá del tipo de actividad que se realice. A partir del mes se podrá retomar una actividad plena, incluyendo esfuerzos y reincorporación a la rutina deportiva.
Durante el primer mes se deberá llevar una faja compresiva que incluya la zona tratada.
El resultado es visible de forma relativamente tardía, la inflamación es importante y la piel también debe adaptarse. Entre 1 y 2 meses se empiezan ver resultados, no será hasta los seis cuando se aprecien de forma completa.