Aumento de pecho (4/16) | Vías de abordaje: Areola, surco submamario o axila, sus ventajas pero sobretodo inconvenientes
Se trata de la 4ª pregunta que hace Sherezzadeh en el foro enfemenino y que reproduzco textualmente en el título de este post.
Respondiendo a la pregunta, cuando hablamos de vías de abordaje, en el aumento mamario básicamente hay tres: axila, areola, surco submamario.
Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes; lógicamente, todo lo que hacemos en la vida tiene sus pros y sus contras, pero a mí me gusta enfocarlo de otra forma: casos tipo para la vía axilar, casos tipo para la vía areolar y casos tipo para la vía submamaria.
El porqué de utilizar una vía u otra de abordaje en cada caso de aumento de pecho.
Cada cirujano tiene sus criterios, entre estos se encuentra, obviamente, la vía de abordaje y yo os expondré los míos; cada cirujano que visitéis debería explicaros los suyos.
De arriba a abajo, empezaremos por la vía axilar, seguiremos por la areolar y acabaremos por la vía submamaria.
Vía Axilar:
Indicada cuando la mama es, digamos, perfecta; tiene buena morfología, buena caída y no presenta ningún condicionante más que su pequeño tamaño; en definitiva, una mama que sólo precisa que le aportemos cierto volumen. En un caso como éste ¿qué necesidad tengo de tocar la glándula mamaria? Utilizo la vía axilar para colocar un implante en el plano retromuscular puro sin incidir, en ningún momento, sobre la mama en sí misma; dejamos una cicatriz de unos 4-6 cm en el pliegue axilar, alejada de la mama y escondida de las miradas (en definitiva ¿quién se dedica a mirar las axilas de la gente?) “Mi objetivo es mantener todo el protagonismo de la mama, tanto en forma como en comportamiento”, por eso, en estos casos, opto por prótesis redondas de perfil moderado que distribuya el volumen de forma global permitiendo que esa mama luzca al máximo.
Utilizamos un director especial, con forma de hoz, para crear el espacio en el que colocaremos el implante.
El único inconveniente de esta técnica es que es algo más dolorosa que las otras dos, existe un mayor traumatismo sobre el pectoral y ello hace que los dos o tres primeros días la paciente esté algo más molesta pero perfectamente controlable con la medicación que pautamos.
Vía Areolar:
Desde mi punto de vista, indicada en aquellas pacientes en que la mama presenta alguna circunstancia que hace necesario actuar sobre la glándula en sí misma: una mama tuberosa, una mama pseudoptósica, la voluntad de, en caso necesario y aprovechando el acceso areolar, eliminar alguna lesión para su estudio… En estos casos, la vía areolar permite la creación de un bolsillo donde posteriormente se colocará el implante y, paralelamente, el acceso a la glándula para realizar, sobre ésta, las acciones que se consideren necesarias.
La vía areolar permite a su vez jugar con el plano subglandular, retromuscular o dual; según las circunstancias que la mama presente podemos optar por uno u otro. La cicatriz suele localizarse en el borde de la areola o dentro de la misma; personalmente prefiero la primera opción dado que el cambio de pigmento permite disimular la cicatriz; es una zona con muy buena calidad cicatricial por lo que, habitualmente, resulta muy difícil localizar.
Vía Submamaria:
Personalmente no la contemplo como primera elección, considero que no aporta ninguna ventaja a la paciente siendo una cicatriz que, sin ser visible en bipedestación, es la más fácilmente detectable en nuestra sociedad (muy habituada a hacer top less). Es un abordaje que permite acceso a la glándula, en caso de que sea preciso, y al plano que se considere necesario. Es, por tanto, un plano que facilita las mismas acciones que la vía areolar permitiendo también minimizar la manipulación de la glándula cuando esto no se considera necesario.
Como he apuntado al principio, para mí no es la vía de acceso prioritaria, no obstante hay casos en los que puede estar indicada como una areola pequeña en una mama a la que le desee realizar un plano dual.
Las cicatrices según cada vía de abordaje en un aumento de pecho
La localización de la cicatriz en cada una de las vías contempladas es la siguiente:
Vía Axilar: En el hueco axilar; concretamente busco alguno de los pliegue cutáneos que se encuentran en la región axilar, de esa forma la cicatriz es, si cabe, menos visible. Las características y localización de esta cicatriz puede variar entre profesionales.
Vía Areolar: La cicatriz se localiza mayoritariamente en el borde inferior de la areola, donde el cambio de pigmento permite disimular la cicatriz; algunos cirujanos la localizan dentro de la misma areola (personalmente prefiero no utilizarla porque, en caso de despigmentación de la cicatriz, ésta se puede hacer muy visible).
Vía Submamaria: Justo debajo de la mama, ligeramente desplazada hacia el cuadrante externo, de tal forma que, en posición bípeda, la mama tape la cicatriz. Es una localización donde las diferencias entre las características de la piel mamaria y torácica hacen que la cicatriz pueda ser de “peor calidad estética” siendo, por estas circunstancias, algo más visible. En mi caso la cicatriz del surco submamario no esta justificada por ninguna de las ventajas que me pueda aportar esa vía de abordaje.
Dicho esto, querría destacar que cada cirujano tiene su experiencia, sus preferencias, su forma de entender la mama, se siente más cómodo con una opción u otra… No existe una vía mejor ni peor, siempre que sea coherente. Lógicamente, la opinión del paciente también es importante. La vía de abordaje no determinará el resultado final, el criterio quirúrgico sí.
Como conclusión podríamos decir que no existen vías mejores que otras, existen pacientes que requieren unas vías y pacientes que requieren otras.
0 comentarios
Escribe un comentario