LA TOXINA BOTULÍNICA| ABORDAJE EN ÁREAS ESPECÍFICAS : GLABELA
Es fundamental conocer la anatomía del área a tratar entendiendo que su dinámica depende de la interacción de un entramado de músculos interrelacionados.
ANATOMÍA DE LA GLABELA
La anatomía relevante de la ceja se debe dividir en dos sectores:
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El medial
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El lateral - La acción sobre la porción lateral de la ceja es responsabilidad de la porción lateral de los músculos orbiculares de los ojos y frontal (región periorbitaria que trataremos en otro post).
SECTOR MEDIAL
La dinámica de ésta depende de la acción conjunta del músculo depresor superciliar, el procerus, el corrugador superciliar y el frontal.
El depresor superciliar se origina sobre el puente nasal y, dirigiéndose hacia arriba y hacia fuera, se inserta en la piel de la parte medial (interna) de la ceja. Este músculo desplaza las porciones medial y, en menor medida, la parte media de la ceja en dirección inferior y medial.
Los corrugadores se originan en el hueso nasal y, con una trayectoria algo más transversa que el depresor, se insertan en la porción media de las cejas, más o menos a la altura de la pupila; su acción desplaza la porción media y medial de la ceja en las mismas dirección.
No obstante, las diferencias anatómicas de cada paciente provocan que la inserción pueda ser más lateral en algunas personas que en otras.
El músculo procerus se origina sobre el puente nasal y, ascendiendo en un trayecto más vertical, se inserta en la piel de la parte media de la glabela (entrecejo) por encima de la inserción del depresor supracilis y sobre una superficie más amplia.Su acción produce una depresión mucho más marcada del entrecejo.
El músculo frontal se opone a estos músculos depresores de la ceja, ya que su acción es elevadora, no depresora. Hay diversas variables anatómicas pero, por lo general, las fibras de frontal pueden conformar una lámina delgada que cubre toda la frente, también podría estar compuesto por dos vientres que transcurren en forma de V, separados por una delgada fascia en la parte media de la frente.
Los músculos corrugador y depresor superciliar actúan como depresores de la porción medial de la ceja, la acción inhibitoria de la toxina botulínica condiciona la elevación de esta zona, logrando un resultado estético muy bueno.
Es importante tener en cuenta la capacidad de difusión de la toxina y sus posibles efectos. Debido a la proximidad del músculo frontal, el tratamiento sobre la glabela puede condicionar un cierto grado de difusión hacia las fibras infero-mediales del frontal, provocando relajación de las regiones inferior e interna del músculo frontal. Si se produce una difusión lateral mayor se puede ver afectada la elevación de la porción medial de la ceja debido al excesivo debilitamiento de la función elevadora del frontal sobre la ceja. De forma compensatoria, la excesiva debilidad de las fibras infero-mediales del músculo frontal, puede condicionar una hiperactividad de las fibras superiores y laterales, eso aumenta el tono muscular y genera la elevación lateral de la ceja.
TÉCNICAS DE INYECCIÓN EN LA GLABELA
Se emplean variaciones en la técnica para abordar el complejo medial de la ceja. Muchos médicos inyectan entre 20 y 30 unidades de Botox, distribuidas en 5 sitios; otros tratan esta zona con 3 inyecciones y permiten que la difusión del compuesto trate las áreas adyacentes. Lo que está claro es que las diferencias en la masa muscular de cada paciente, determina la cantidad de toxina necesaria.
Lo más habitual es la aplicación la técnica de las cinco inyecciones con diferentes dosis. La aplicación se realiza mediante la punción en el músculo procerus, una a cada lado de la porción medial de los músculos corrugadores y una a cada lado de la porción lateral de los corrugadores.
La infiltración sobre el procerus debe ser cuidadosa, respetando un margen de seguridad de por lo menos 1 cm sobre del borde orbitario, eso permite evitar la difusión hacia el músculo elevador del párpado superior subyacente.
La conservación del arco de la ceja en las mujeres requiere una técnica de inyección diferente de la empleada en el hombre con cejas horizontales. En la mujer se deben evitar las inyecciones cerca del plano de fusión temporal para permitir cierta tracción superior residual por parte del frontal, con conservación de cierta inclinación de la parte lateral de la ceja. En los hombres, la inyección de una pequeña cantidad de toxina botulínica en la porción lateral de la frente sirve para lograr una ceja horizontal.
ELEVACIÓN LATERAL DE LA CEJA
Una de las características de la ceja femenina joven es su elevación lateral, que tiende a producir un aspecto más alerta, con los ojos abiertos. Con el paso de los años la porción lateral de la ceja desciende, dando una apariencia cansada. La inyección de toxina botulínica en las porciones superior y lateral del orbicular de los ojos restablece el arco más juvenil de las cejas.
Con una correcta aplicación de la toxina, se puede llegar a elevar la parte lateral de la ceja entre 2 y 3 mm.
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