Prótesis mamarias para aumento de pecho
¿Qué tipo de prótesis elegir ante un aumento de pecho?
Ante las clásicas preguntas de si es mejor una prótesis anatómica o redonda. ¿Qué es lo que prefiero o dejo de preferir ? O ¿qué es lo que recomiendo o dejó de recomendar a los pacientes? Podríamos estar hablando mucho tiempo, explicando diferentes cuestiones y matices.
No obstante, me mojaré y os confirmaré que, en general (aunque no podamos hablar de que exista una indicación absoluta), mi recomendación suele ir encaminada a las prótesis redondas, especialmente los implantes dotados de alta dinámica.
Es cierto que no siempre será así, pero cuando una paciente pide naturalidad, quiere un pecho joven que no se identifique como "operado", que destaque por bonito y que le permita lucirlo en cualquier circunstancia y sin complejos, lo más probable, salvo que exista alguna cuestión que haga orientar la recomendación en otro sentido, es que le sugiera la utilización de implantes redondos.
¿Por qué la elección de prótesis redonda?
Pues, en primer lugar, porque la prótesis es un elemento que, desde mi punto de vista, debe aportar fundamentalmente VOLUMEN y NO DEBE RIVALIZAR con la anatomía propia de la mama de la paciente. Si respetamos al máximo la identidad del pecho, al tiempo que aportamos volumen, seremos capaces de preservar la personalidad de esa mama.
En aquellos casos en los que la mama presenta alguna, llamémosle irregularidad, deberemos corregirla, dándole esa identidad propia, el implante, luego, aportará el volumen.
¿Por qué no acostumbras a recomendar las prótesis anatómicas?
Para mí es fundamental mantener la dinámica de la mama. Es una realidad que todos sabemos, aunque no seamos del todo conscientes, LA MAMA SE MUEVE, la mama cambia y, dependiendo de la posición del cuerpo, la mamá muestra un aspecto u otro.
Al final, eso va "un poquito" en contra de las prótesis anatómicas que, como podremos ver, no van a cambiar nunca de forma, independientemente de la posición de la paciente, porque están diseñadas para mantener su "anatomía".
Es decir, aunque la paciente se mueva y cambie de postura, la prótesis anatómica va a mantener siempre la misma estética y, por consiguiente, se va a producir una "pelea" entre la mama y el propio implante de la que se van a derivar dos cosas:
1. La mama va a perder su identidad por el esfuerzo de adaptarse a la prótesis anatómica.
2. La mama propia de la paciente va a ver condicionada su dinámica, su movimiento.
Por contra, los implantes redondos dinámicos (no todos los son, es cierto que existen algunos implantes que tienen muy poca dinámica) no son prótesis que "se peleen con la mama", todo lo contrario, "cooperan con ella", como resultado veremos:
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Que se respeta muchísimo más la identidad anatómica de la propia mama.
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Que, si la paciente cambia de posición, el implante también lo hace, por lo que la percepción de naturalidad, gracias a ese movimiento, es mayor.
Ello se debe a que, el movimiento del implante se suma al propio de la mama y, por tanto, lo que vemos "desde fuera", es una UNIDAD VERDADERAMENTE ANATÓMICA, que se mueve como todo el mundo espera que lo haga; por tanto, si se ve natural y se mueve como naturalmente esperaría que lo hiciera…
En consecuencia, se produce un resultado anatómico, bonito, que en ningún momento va a llamar la atención como algo artificial u "operado".
Otro aspecto es la gestión del volumen; por supuesto, la distribución de este volumen es distinta entre una y otra tipología de implante y eso también es muy relevante, sobre todo en términos de "envejecimiento mamario", pero, quizás nos alargamos mucho, por lo que podría ser motivo de otro artículo.
Hoy me gustaría hacer hincapié y centrarme en este detalle. Para mí el movimiento que muestra un implante es un pilar fundamental a la hora de valorar el resultado. Volumen coherente, armónico, anatomía global y movimiento son las bases de un buen resultado.
Por eso, generalmente voy a recomendar implantes redondos, pero, insisto, implantes dinámicos para garantizar que el resultado de la mama sea estéticamente bonito y dinámicamente natural; globalmente debemos preservar el protagonismo de la mama propia de la paciente junto a la movilidad y dinamismo propio de un pecho "no operado". Ese es para mi el resultado de diez.
¿Qué nos dices del famoso riesgo de rotación?
Ese seria un tema aparte. Con muchos sabéis, la rotación es un riesgo propio de los implantes anatómicos. El hecho de que el implante deje de estar en la posición en la que nosotros la hemos colocado, tras rotar en alguna dirección. Eso, lógicamente, hará perder la "anatomía", dado que el implante está diseñado para estar en una posición.
Digo que lo dejamos de lado porque para mí es, simplemente, un riesgo más; no es ni bueno ni malo. Igual que los implantes, en general, tienen riesgo de romperse, encapsularse, los implantes anatómicos tienen ese riesgo adicional, sencillamente es una cuestión a informar. Si se considera que la mejor opción en un caso específico es el implante anatómico, deberemos asumir ese riesgo.
Quiero destacar que lo realmente importante para mi es preservar la máxima naturalidad, la máxima personalidad y la máxima dinámica de la mama; con ese concepto en la cabeza analizo cada caso para obtener el mejor resultado post-quirúrgico con todas y cada una de vosotras.
Tú, nuestra razón de ser.
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