Cirugía genital: Labioplastia o cirugía de la hipertrofia de labios menores | todo lo que necesitas saber
La cirugía más discreta... Sin duda, l@s paciente que se someten a una intervención de cirugía estética no se dedican a anunciarlo a los cuatro vientos, más bien buscan que la intervención se mantenga en la más estricta intimidad. Ahora bien, cuando hablamos de discreción, la labioplastia es la mayor de las “no intervenciones” realizadas.
¿Qué es la hipertrofia de labios menores?
Definimos como hipertrofia de labios menores a la situación anatómica por la cual los labios menores genitales sobresalen de los mayores.
Anatómicamente hablando, lo labios menores deben quedar tapados por los mayores, de tal forma que, con las piernas cerradas o mínimamente abiertas, los labios menores no se deben ver; sólo se deben ver los labios mayores coaptados en la línea media.
Normal o anormal
Digamos que, por decirlo de alguna manera, el hombre necesita establecer límites a todo. La normalidad o anormalidad de los labios menores no se iba a quedar atrás.
Si buscamos una lógica funcional podemos ver más claro el porqué de ese “límite”. Los labios mayores tienen esencialmente una función protectora mientras que los labios menores tienen una función de índole más sexual (participan del juego sexual, excitación…). Esa función protectora de los labios mayores se realiza por cobertura; así pues, no tendría demasiada lógica funcional que aquello a lo que pretendes proteger se escape de tus propios límites ¿no? Si los labios menores sobresalen de los mayores, difícilmente estos podrán proteger a los primeros.
Digamos que no se trata de normal o anormal, se trata de anatómicamente funcional o no. Cuestión a parte es la estética, ella es la que probablemente ha condicionado, en los últimos años, el incremento de la intervención destinada a corregir esa hipertrofia. La región genital, empieza a ser algo cada vez “menos íntimo” y eso ha condicionado que nos preocupe más su aspecto; otros factores, como la práctica deportiva, el uso de prendas más ajustadas, la depilación…también han contribuido al incremento de la cirugía.
¿Por qué?
La hipertrofia de labios menores es algo extremadamente común, de hecho, no deja de ser una cuestión constitucional en la gran mayoría de mujeres que la presentan. En realidad esa es la razón que justifica que la edad media de las pacientes intervenidas es menor de la que podría imaginarse.
Erróneamente se piensa que la hipertrofia es producto de la edad, los partos…pero la realidad es que hay gran número de pacientes que la presentan desde muy temprana edad, sin haber tenido ningún embarazo. Tenemos pacientes operadas con 18-19-20 años con hipertrofias francas.
Es cierto que los labios menores genitales están constituidos por un tejido muy laxo que, a lo largo de la vida de la mujer, sufrirán ciertos “traumatismos” físicos yfisiológicos (no olvidemos que con la excitación sexual y los partos, estos se congestionan e “inflaman”); estos irán determinando, en cierta manera, su “elongación”. En definitiva la hipertrofia, como tal, no es más que el resultado de unos labios “descolgados” que sobrepasan, como decíamos, el límite marcado por los labios mayores. Ya sea porque constitucionalmente los labios presentan una hipertrofia o porque con el paso de los años unos labios no hipertróficos lo acaban siendo, lo cierto es que la hipertrofia condiciona que cada vez mayor número de pacientes acudan a la consulta solicitando una valoración.
En sí misma, la hipertrofia de labios menores no condiciona ningún problema de salud, no es responsable, como se dice, de un incremento de infecciones urinarias ni vaginosis ni vaginitis. Aunque sí es cierto que, a partir de una edad, la hipertrofia puede condicionar alguna dificultad para mantener una higiene íntima apropiada, en general no es algo que se considere relevante en el día a día de las pacientes que la padecen.
Las causas más habituales que traen a las pacientes a nuestra consulta son, en primer lugar la molestias e incomodidades derivadas de la misma en el día a día y, en segundo, la disconformidad estética o el pudor en las relaciones sexuales.
La incorporación de la actividad física a la rutina diaria de las pacientes ha sido un detonante importante; ciertas prácticas deportivas como el fitness, el spinning o el aerobic resultan incómodas para algunas pacientes afectas de hipertrofia labial; en el día a día, la ropa más ajustada, los tejanos, los leggins… también resulta molesto. En definitiva, la hipertrofia condiciona una limitación que hace años, cuando se hacía deporte y se vivía con una ropa más holgada, no se contemplaba.
Por otro lado, en últimos años la sociedad ha experimentado una mayor “apertura” en lo que respecta a área genital, de tal forma que ésta ha dejado de estar restringida a la más estricta intimidad de pareja. La ropa más ajustada y “explícita”, la ropa interior y bañadores más pequeños, una depilación íntima más “al límite”… han hecho que preocupe más el aspecto de la región genital, es más difícil ocultar ciertas cosas.
¿Cómo?
La labioplastia es un procedimiento sencillo, desde el punto de vista de la paciente, que permite, de forma ambulatoria, corregir esa hipertrofia.
Una pregunta bastante habitual entre las pacientes que acuden a la consulta es: ¿cómo sabes cuánto labio hay que quitar o por dónde cortar? La repuesta es bien sencilla porque, como siempre digo, hay que saber “interpretar las líneas” que el cuerpo nos da.
Como decía antes, el labio menor es una estructura que, anatómicamente, debe quedar cubierta por el labio mayor, por lo que no precisa protección. Esa condición hace que, por naturaleza, los labios menores no estén queratinizados. La queratina es una proteína que aporta resistencia a los tejidos y que está presente en aquellas superficies que, en mayor o menor medida, precisa protección frente a traumatismos (uñas, pelo, piel expuesta); no así en aquellas zonas donde no se producen traumas.
Lo más sencillo es hacer la comparativa con su homólogo más accesible a la vista…., los labios bucales: estos presentan un epitelio plano queratinizado (piel) en la su parte externa, expuesta a la intemperie, y un epitelio plano no queratinizado (mucosa) en la parte interna, no expuesta. ¿Qué diferencia encontramos? Frente a la cara interna, brillante, húmeda y sonrosada, la cara externa es mate, seca y más parda u oscura; si nos fijamos bien podremos ver una línea que, más o menos, delimita la transición de una a otra zona.
Bien, los labios menores se comportan exactamente igual; deberían no estar queratinizados pero, en el momento en que resultan expuestos a la intemperie y, por consiguiente, a los traumatismos, se cubren de queratina y pierden su brillo y color para tornarse pardos, mates y oscuros. Intraoperatoriamente deberemos buscar esa línea que, de forma clara, nos separa la zona de transición que determina por dónde debe trazarse la incisión.
¿Qué pasa con el capuchón del clítoris?
Otra de las grandes preguntas. El capuchón del clítoris podríamos decir que es una “subespecialización” de los propios labios menores. Estos se unen entre sí por encima del clítoris formando una “capucha” con dos funciones: dar protección y actuar como soporte al clítoris. El hecho que un altísimo porcentaje de pacientes aquejadas de hipertrofia de labios menores presenten también una cierta hipertrofia del capuchón, hace que no se pueda separar la labioplastia de la corrección del capuchón como tal. Si no se corrige la segunda, la paciente presentará, tras la labioplastia, un clítoris aparentemente más descolgado y mucho más expuesto, con las consecuencias que eso conlleva por excesiva estimulación.
Cuando realizamos la labioplastia debemos corregir también el capuchón, para reacondicionar su aspecto, posición y permitir así que el clítoris quede libre de recibir los estímulos que precise cuando los precise, limitando las molestias por hiperexposición del mismo.
¿Para acabar…?
La labioplastia es un procedimiento discreto, como también lo es su objetivo; un gran y discreto resultado.
El buen resultado, a diferencia de los que buscamos en la mayoría de los procedimientos que practicamos, es precisamente el que pasa totalmente desapercibido; no me refiero a que parezca más natural o que “no parezca operado”, ese debería ser el objetivo siempre, me refiero a que, literalmente, quedará en la más absoluta intimidad de la paciente y, por tanto, el óptimo resultado es el que queda, por bueno, oculto a miradas indiscretas.
Recuerda, hacer las cosas bien cuesta poco, hacerlas mejor es sólo cuestión de trabajo, a la excelencia se llega con dedicación y pasión.
6 comentarios
Hirania
30 Agosto 2020Me gustaría un presupuesto para labioplastia
ResponderDr.Triviño
30 Agosto 2020Buenos dias Hirania: En primer lugar disculpa el retraso en la respuesta. Estaré encantado de valorarte, presencial o telemáticamente, lo que desees; tras esa valoración podremos hacerte un presupuesto más personalizado. Para que te hagas una idea, en término medio, la labioplastia ronda entre los 2300€ y los 2800€. Un saludo
ResponderLiset
25 Abril 2022Mi niña de 8 años tienen los labios vaginales demasiados grandes no es normal que puedo hacer en ese caso ?
ResponderDr.Triviño
25 Abril 2022Buenas tardes Liset, Por ahora, a no ser que sea un caso extremo, lo ideal es esperar el desarrollo pubertad. Antes no es apropiado realizar procedimientos ya que tras la pubertad pueden producirse cambios. En cualquier caso, ante la duda, podemos hacer una valoración o, si lo prefiere, solicitarla por un pediatra que haga una evaluación inicial. Un saludo.
ResponderPaola
6 Noviembre 2022Tras una labioplastia, el hombre pierde placer??. Un saludo
ResponderDr.Triviño
6 Noviembre 2022Buenas tardes Paola, No veo porqué el realizar una cirugía a la mujer debiera reducir el placer del hombre… No, los dos miembros de la pareja mantendrán su sensibilidad intacta tras la intervención. Un saludo
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