LA TOXINA BOTULÍNICA| ABORDAJE EN ÁREAS ESPECÍFICAS : LA FRENTE
La base para la correcta infiltración del botox es el conocimiento preciso de la anatomía y función de los distintos grupos musculares sobre los que queremos actuar. Es importante entender que la dinámica frontal depende de la acción de un complejo entramado interrelacionados.
ANATOMÍA DE LA FRENTE
El músculo frontal tiene una anatomía variable entre individuos pero lo más común es que sus fibras discurran formando una banda única uniforme o que se abran en forma de V.
La orientación de sus fibras le permite, además de sobre la superficie cutánea frontal propiamente dicha, actuar sobre las cejas, elevándolas
La contracción del músculo frontal eleva la ceja y forma arrugas transversales que atraviesan la frente; solemos solicitar que el paciente eleve sus cejas al máximo para, así, determinar la mejor alternativa de tratamiento a adaptar.
La parte superior del músculo frontal forma una estructura continua con la aponeurosis epicraneana; en la parte inferior, se inserta en la piel de la ceja. El borde lateral del músculo frontal constituye la línea de fusión temporal; este plano forma el límite entre los huesos frontal y temporal.
Es importante puntualizar que la tracción ascendente producida por el frontal sobre el borde externo de las cejas, es contrarrestada por la acción de la porción lateral del orbicular que tira de éstas hacia abajo.
TÉCNICAS DE LA INYECCIÓN PARA LA FRENTE
La técnica de la inyección para el músculo frontal depende de cada paciente. Además, no se puede pretender eliminar por completo las arrugas ya que podría aumentar la longitud de la frente y se neutralizaría la contracción basal del frontal, necesaria para la elevación de la ceja y para evitar la redundancia de la piel.
Cuando se aplican inyecciones en una mujer más joven (25-40 años) con mínima laxitud de la piel, se deben colocar varias inyecciones en el frontal en un patrón de entre 5 y 9 inyecciones. Cuando se tratan mujeres con frente larga y ancha, se deben ajustar la dosis en función de las diferencias anatómicas individuales; los pacientes con frentes largas se podrían beneficiar con una segunda hilera de inyecciones por encima de la primera y las frentes más anchas requieren inyecciones laterales para cubrirlas.
Si la inyección no se extiende lo suficiente en la región lateral, se puede determinar que las cejas se eleven en exceso, recordando, por su forma, a las del ”señor Spock”. Ese efecto se produce por la ausencia de tratamiento en la porción más lateral del músculo frontal. Se recomienda respetar una distancia mínima de 1,5 cm mediales a la línea de fusión temporal. y entre 3 y 3,5 cm por encima de la ceja; con ello se pretende mantener un margen de seguridad para evitar que la toxina pueda difundir hacia zonas no deseadas.
En el caso de los hombres, el tratamiento de la región frontal puede requerir dosis algo mayores, llegando hasta las 20-40 unidades de toxina botulínica.
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